Estamos por finalizar el año 2025 con sus fortunas y desaires, con sus virtudes y sus errores, para bien o para mal ya culmina siendo un buen momento para hacer un balance, que, entre sumas y restas, entre el Debe y el Haber por lo menos para mí y para muchos ha sido positivo.

La parte más difícil de este balance es reconocer las debilidades, las carencias, las metidas de pata, interiorizarlas en tu psique, saber lo que hicisteis mal y hacerte la promesa que para el año 2026 no la volverás a repetir.

Analizar lo que te resultó, quitándole todo ego, para desmenuzar los factores que te dieron positivo, las ayudas de terceros, las circunstancias, el esfuerzo que se puso y que pusieron los demás, tu esposa, tus hijos, tus padres, tus hermanos, la familia, los amigos y porqué no los adversarios, quienes te acicatean constantemente impidiendo que te creas la “última chupada del mango”, manteniéndote en alerta, porqué sabes que ellos sacaran y repotenciaran las equivocaciones y faltas convirtiéndolas en delitos. Eso es bueno, por eso sabes que no debes de bajar la guardia.

Además de las promesas de contriciones, siempre es bueno renovarte en las estrategias, que el tiempo y las tecnologías hacen caducas para el 2026, lo que era innovación en el 2025. El mundo no está estático, rota sobre su eje y gira alrededor del Sol, este a su vez gira dentro de la Galaxia y esta se desplaza en el universo, nada se queda quieto, por lo tanto, tú tampoco puedes hacerlo, si te detienes en innovar, otros lo siguen haciendo, es allí que de repente tu que eras unos de los mejores, por decir un ejemplo en Sudamérica, te das cuenta de repente que eres el penúltimo, porqué existe Bolivia.

Hagámonos la promesa de ser mejores personas el 2026, más empáticos, nos tomaremos la molestia de leer las hojas de vida de los candidatos a presidente, congresistas, gobernadores y alcaldes antes de votar por emoción, cólera, ira, o decepción, dejémonos de ser borregos del grupo, involucrémonos en la política, ya van muchas las elecciones que nos estamos equivocando, ya lo decía Winston Churchill: "La principal diferencia entre los humanos y los animales es que los animales nunca permitirían que los lidere el más estúpido de la manada". O como decía Aristóteles:” El hombre es un animal político, si le quitas lo político sólo queda el animal”.