Estuve cuatro días y tres noches en esta bella, limpia, casi segura y pujante ciudad de la selva alta de la región Amazonas, cuyos ríos desembocan al río Huallaga y este a su vez al río Marañón, formando con el río Ucayali el caudaloso río Amazonas.

Torrenciales lluvias coincidieron con nuestra llegada, por lo que visitamos los lugares próximos a la ciudad, como “Urcus” en donde hay un zoológico de la fauna silvestre de la región. Al segundo día nos fuimos a la “Laguna Azul”, en el distrito de Sauce, con cielo despejado, lo que permitió cruzar el río Huallaga en las balsas que transportan a los automóviles. Llegado allí, nos transportamos hacia el extremo de la laguna en unos botes, a los lugares recreativos en donde las actividades acuáticas de toda índole son las delicias de grandes y chicos. No llovió, por lo que no tuvimos ningún inconveniente de cruzar de nuevo el río Huallaga al regreso.

Al tercer día nos tocó visitar todas las cascadas, inclusive la cascada “Chullachaqui” que fue escenario de la última película de “Transformes” filmada en el Perú. Sobre las cascadas debo de agregar que algunas son privadas y otras son públicas perteneciente a las comunidades aledañas como “shucshuyacu” en donde dos amables guías te acompañan, además pagan el 60% menos a los mayores de 60 años. Para decir verdad las públicas te atienden mejor. Hay también miradores, en donde te puedes tomar fabulosas fotos del valle en donde desciende el río Huallaga. El día culminó por la tarde con el emocionante deporte del canotaje en el río “Mayo”, llegando por la noche a la deslumbrante ciudad de Tarapoto. Aquí debo de indicar que contratamos desde un inicio al Sr. Alonso Ugaz, (Cel. 947 168 385) quien nos transportó a las cuatro personas en estos tres días, por lo que nos evadimos de las agencias de viajes y de tours, que no cobran barato, optimizando nuestros recursos, además de poder comer las comidas típicas en los mejores restaurantes del camino como el “Mono y la Gata”, camino a las cascadas.

Para el cuarto y ultimo día, por asunto personales nuestro guía ya no pudo acompañarnos a la ciudad de Lamas, a 20 minutos de Tarapoto, pero las casualidades se dan cuando se tiene buenas vibras, nos encontramos con un colega, maestro de primaria jubilado que se dedica a hacer servicios de transportes, así conocí al Prof. Arquímedes Ibáñez Quiñones y su automóvil “Chocherita Tours” (cel.942 688 136) quien no sólo nos facilitó el llevarnos, sino haciendo gala de docente, nos hizo una clase magistral de la historia, las costumbres, y el significado de muchas de los monumentos que hay que visitar en el camino. Compramos el café orgánico “Oro Verde”, deleitando antes una taza con el delicioso y espirituoso grano. Así también optimizamos los recursos económicos. Aprendí que en dicha ciudad todavía existe una etnia de los “Chancas”, que llegaron a la localidad de Lamas en la época del Inca Pachacutec, después de enfrentarlos y hacerlos retroceder en Chachapoyas. Los Chancas temiendo que regresaran con refuerzos, se desplazaron más al oriente. Los días domingos en la plazuela de su distrito se reúnen para bailar y cantar sus canciones. Como anécdota, al bajar para tomar algunas fotos, se dejó el auto abierto con las compras; preocupado se lo indique al chofer, pero me dijo que allí todavía no había las malas costumbres de la capital.

No voy a hablar de la vida nocturna, que la hay en abundancia, pero yo a los 71 años terminaba demasiado cansado, nunca he caminado, subido y bajado pendientes y escaleras en plena selva, como lo hice en esta gira, así que en contra de mis costumbres nocturnas me iba dormir a las 12. Nuestro hospedaje fue en “Green House”, simpático hotel familiar que incluye el desayuno.

El amable colega, tuvo la gentileza de llevarnos también al aeropuerto para el regreso a Lima. Debo de decir que el desplazamiento dentro de la ciudad es con Mototaxis, no hay transporte público, la ciudad es limpia y al parecer no hay la delincuencia de la ciudad limeña. Espero que así sea por mucho tiempo, para que todos en algún momento puedan gozar de la hospitalidad de esta bella y selvática ciudad.

Lima, 06 de enero del 2025.