LADRON QUE ROBA A LADRON, CIEN AÑOS DE PERDÓN
Policía que roba a Policía cien años de prisión
No hay duda, los civiles estamos entre dos fuegos
Un valeroso policía en el distrito de San Borja interviene a dos asaltantes en una motocicleta, sin darse cuenta que el delincuente que estaba detrás de la movilidad, había sacado el arma de fuego pasándola por delante de la cara del conductor, abriendo fuego en el rostro del protector de la sociedad.
Este cayó al suelo, con pronostico reservado, siendo auxiliado por sus compañeros, subido a una camioneta y llevado a la clínica más cercana. Los asaltantes fueron capturados todos, inclusive uno de ellos abatido y recuperado los 30 mil soles del cambista de dólares.
Mientras el abnegado policía luchaba en el quirófano por su vida, sobre todo de los médicos para salvarle la vista, sus familiares solicitaron sus pertenencias, resultando que los S/.830.00 soles y su celular habían desaparecido, presumiblemente por sus camaradas, que, en lugar de estar preocupados por la salud de su compañero caído, se pusieron a bolsiquearle.
Por otro lado, un contingente del escuadrón verde de Manchay, intervienen en una zona que no es suya a un supuesto grupo de diez extorsionadores, en el distrito de El Agustino. Inmediatamente el General y el ministro del Interior salen a celebrar públicamente el éxito de este supuesto operativo. Una investigación de un canal de televisión revela que este “Falso operativo” fue planificado, por uno de los policías o varios de ellos que han intervenido, para ganarse “Ave María ajenas” con desgracias de honestos trabajadores que fueron convocados para dar seguridad a un terreno al sur de Lima. Nueve de ellos están en prisión, ya que uno de ellos fue parte de este engaño. La fiscal del caso, sabiendo que este operativo fue falso, procedió a pedir prisión por miedo a que se le tildara de protector de delincuentes. La farsa continua, como la injusticia también, esperando que el tiempo lleve al olvido esta infamia.
Ya antes había metido preso al hermano de un ranqueado terrorista del VRAE, a pesar de que no tenía ningún problema con la justicia, lo presentaron por todos los medios como un monstruo, dejándolo mal parado, ante sus vecinos e hijos. Ahora ya suelto, ni las disculpas le han dado.
Es evidente que algo se pudre en nuestra policía nacional, como decía a finales del siglo XIX Manuel Gonzales Prada: “En donde pones el dedo, salta la pus”.
Lima, 29 de noviembre del 2024.