Aunque ambos se parezcan un poco, el oficial y el paralelo, ya que cobran impuestos, en el caso del Estado delincuencial, no brinda a contra parte ningún servicio, ninguno, además que, si pagas tu cupo por tu negocio, sea cual fuere, transporte, bodegas, farmacia, chofer de taxis, taxis motos, restaurantes, etc. desconoces quien es el benefactor del dinero que proporcionas, además de ser mucho más rígido en las cobranzas que la SUNAT (Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria) , ya que las represalias es la pena de muerte, pena que es inexistente en nuestra legislatura penal, e imposible de aplicar por el Estado oficial, así seas un degenerado genocida asesino en serie.

Ayer mismo, los extorsionadores del Estado Paralelo quemaron 25 unidades de transportes de una cooperativa que se niega a pagar el respectivo impuesto para laborar, mejor dicho, el “Paro Cívico de Protesta” les importa un bledo, lo que aquí en verdad interesa es que los que no pagan sus respectivos “impuestos” son eliminados de la lista de proveedores, ya que el Perú es bastante grande y hay más de 34 millones de habitantes para extorsionar, ya se les ocurrirá algo para cobrar al vecino, cualquier que sea, viejito, jubilado, niño, ama de casa para permitirles respirar, beber, salir a las calles, por que ingenio e innovaciones no les falta, con tal de que la “Plata llegue sola”, cualquier mínimo esfuerzo se hace indispensable.

Esta guerra sólo se puede ganar si se actúa con inteligencia, por qué el éxito de estos delincuentes está en el anonimato, que nadie sepa quienes son, generando terror a los ciudadanos que incumplen las directivas que ellos emanan, aplicando hasta la máxima pena: La muerte.

Dos cosas se debiesen de hacer:

1ro, convertir todos estos actos que pertenecen al delito penal común en un delito por terrorismo, aplicando lo que hizo en su momento Alberto Fujimori, juzgarlos en tribunales militares, con Jueces sin rostros, ya que al igual que en esas aciagas épocas no se podía utilizar los mecanismos democráticos, que quizás sirvan para darle las garantías necesarias al acusado, pero que los delincuentes al tener el dinero y todo un sistema de defensa legal, además de poder “aceitar” a algunos fiscales y jueces, terminan en impunidad, lo que acrecienta y alienta a que nada cambie, siendo los mayores perjudicados los ciudadanos de a pie, que ni ganarse la vida honradamente pueden.

2do: Poner énfasis en la “Inteligencia” policial, que abarque, las cuentas bancarias, comunicaciones, seguir el hilo del dinero, que de paso seguro encuentran a los beneficiarios de otros delitos como minería y tala ilegal, narcotráfico, trata de blancas, etc.

La extorsión como se viene haciendo, a diferencia de los crímenes antes mencionados que son grandes organizaciones criminales, puede ser sólo un negocio familiar, de un grupo de sinvergüenzas en un barrio que se ha dedicado a obtener pingues ganancias, acogotando a sus vecinos. Que los ves todos los días, que se acercan a darte el apoyo moral, pero que también vigilan tus ingresos económicos, hasta pasan a la casa como amigos, como nadie los conoce, pueden vivir del terror gratis durante años, si es que antes no les pone coto.

Es por eso ahora que todo lo ponemos por Internet, es tiempo de ser discretos, en desconfiar en todos, la envidia es uno de los más grandes pecados, mejor esconder lo poco o mucho que tienes porqué “Caras vemos corazones no”.

Lima, 27 de setiembre del 2024