Oda, es un poema lírico que busca exaltar una persona, un objeto o un hecho histórico, Elegía en cambio es un poema lírico que se lamenta de una persona o un hecho histórico, mejor dicho, no son sinónimos, ni tampoco pueden ir juntos, pero según el cristal con que se mire, y las conveniencias, uno puede halagar o lamentar de la estupidez humana.

Según el pastor luterano Dietrich Bonhoeffe, muerto él, sus dos hijos y sus dos yernos en un campo de concentración Nazi, en abril del año de 1945, por estar involucrados en un atentado contra Adolfo Hitler, tuvo la oportunidad de hacer un ensayo sobre la estupidez, que ha quedado para la posteridad.

En ese ensayo, reflexiona en primer lugar que la estupidez es contagiosa, le puede dar a cualquiera, sea pobre, rico; multirracial como los arios alemanes, cholos como los peruanos, bolivianos o argentinos; negros como algunos cubanos, venezolanos, brasileños o caribeños; a enanos, altos; ni tampoco depende del grado de educación, puede ser un analfabeto o un sabio, mejor dicho no tiene ningún distingo, cualquiera puede convertirse en un estúpido, lo cual sólo sería un ser inofensivo. Lo peligroso es cuando toma poder político y sus ideas absurdamente estúpidas las convierte en realidades, y los estúpidos que han estado invernando afloran apoyándolo.

El pastor luterano no podía comprender ¿Cómo un ser tan insignificante como un cabo del ejercito como Hitler pudo llegar a Canciller de Alemania, siendo el pueblo alemán uno de los más cultos y avanzados de Europa y el mundo, en lo científico, lo tecnológico, lo cultural, etc., para hacer las atrocidades, cuyo resultado fueron la muerte de por lo menos 50 millones de habitantes? Según Bonhoeffer, la estupidez no tiene una causa psicológica sino sociológica, es decir, es contagiosa: la estupidez de uno necesita la estupidez del otro.

Dietrich Bonhoeffe en su encarcelamiento dedujo que el estúpido entra en una especie de éxtasis, de exaltación emocional, enajenación placentera, en la cual no cabe ninguna contradicción, razonamiento, ni tampoco mide las consecuencias de sus acciones así estas lo perjudiquen, esta obnubilado, por lo tanto no recapacitará de que sus actos lo llevará a la larga al desastre, algo parecido lo que pasó con la “China Keiko versus el “prosor Castillo” en la segunda vuelta de las elecciones en el Perú del año 2021 y de lo que podría volver a pasar en el año 2026, una final “Keiko versus Antauro Humala”. La gente votó contra de, no a favor de y curiosamente en los distritos que le dieron el triunfo a Castillo fueron los que simplemente se fueron a la playa ese domingo, jugando a ser Pilatos, a lavarse las manos, ausentándose en la votación, siendo el 30% del electorado de San Isidro, San Borja, Surco, Miraflores, La Molina. Los mismos que votaron por PPK, quien trajo al Lagarto como su segundo, con 200 mil fallecidos por la pandemia, o más antes, “Keiko versus Ollanta Humala y Nadine”, estos últimos son los responsables de la construcción en Talara de una nueva refinería, en un país que no tiene petróleo, lo que le viene costando casi Ocho mil millones de dólares al Estado y la quiebra de Petro Perú, dejándonos una deuda igual para pagar en futuro.

No es que esté en favor de la China Keiko, por qué la verdad es una incógnita si hubiera o no sido mejor, pero a ella es más fácil sacarla del poder, ya que no le perdonarían ninguna falla, lo que no pasa con los llamados progresistas, que se convierten rápidamente en estúpidos del poder, haciendo cada cosa que no necesitan de enemigos, solitos se ponen la soga al cuello como La Dina, sus ministros y su Gato RUN RUN.

Lima, sábado 31 de agosto del 2024.

FOTO: Dietrich Bonhoeffe