Cuando ingresé en el año de 1973 a la Escuela de Educación Física de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, sabía quien era Conrado Pérez Olivos, destacado entrenador de Natación, de muchos campeones nacionales, él iba a ser nuestro docente de dicho curso, con su docente auxiliar Luis Sánchez Silva, las clases se iniciarían en los fríos días del mes de mayo, a las 7 am., en la piscina dizque que temperada del Estadio Nacional.

De los 45 ingresantes “cachimbos” me parece que estuvimos 40, a las 06:30 horas, a las 07:00 horas en punto todos estábamos en ropa de baño al borde de la piscina, vino el profesor Conrado Pérez presentándose, dando las pautas de como se desarrollaría el curso, cuyo principal objetivo que aparte de aprender a nadar bien, deberíamos aprender a enseñar natación en sus cuatro estilos, más el estilo para poder sustraer del agua a alguien que se estaba ahogando.

A todos nos hizo sentar al borde de la piscina con los pies en el agua, que estaba más fría, de temperada nada. – “Pataleen, boten el agua con los pies hacia adelante, esto se hace para que el niño se acostumbre”.

- “Ahora, todos se van a deslizar dentro del agua, tomándose con las manos de la canaleta” – continuo – “ahora van a sumergir la cara, haciendo burbujas con la nariz”, - “nadie deja de agarrarse de la canaleta, sacuda la cabeza para quitarse el agua de la cara, nadie se la agarra” – “Respiramos y botamos el aire por la nariz, repetir 10 veces”

Hasta allí todo bien, al costado izquierdo estaba un ingresante que había ocupado el primer puesto o el segundo, o sea que en conocimientos era bastante bueno, bajito, por lo menos de 1.50 cm. de altura, provinciano de la sierra, su nombre era Pinchutito Aucapuri, más allá estaba Gaby Málaga, muchacha muy simpática, con cabello castaño, desenvuelta y con gran personalidad.

- “agárrense fuerte de la canaleta, echen los pies hacia atrás y comiencen a patalear”. Continuo el docente – “ahora sólo dejen las puntas de los dedos apoyado en la canaleta, continúen pataleando”.

De repente Pinchutito Aucapuri se desapareció debajo del agua, como él estaba entre Gaby y el suscrito, nosotros siguiendo las ordenes del docente no nos dimos cuenta que el compañero cachimbo estaba haciendo buceo. Hasta que llegó el profesor Conrado Pérez llamándole la atención – “Alumno no juegue, siga las instrucciones, ¡alumno no juegue!, saque la cabeza del agua para que escuche las instrucciones!” -, al ver que este no le hacia caso, le dijo a Gaby Málaga, “Señorita agárrele de los cabellos al alumno y sáquele la cabeza del agua”.

El muchacho no sólo sacó la cabeza, estaba morado, pero respiraba jadeando; nos pidió que lo ayudáramos a salir del agua, le pidió disculpas al profesor por retirarse de su clase, después de eso nunca más lo volví a ver. Se trasladó a Ingeniería Mecánica, pensó que no podía ser docente de Educación Física, una profesión muy peligrosa, por lo menos para él.

Lima, 26 de agosto del 2024.

FOTO: Conrado Pérez Olivos y Luis Sánchez Silva