A raíz de la participación de deportistas peruanos en los Juegos Olímpicos de “Paris 2024”, muchos que de deportes saben poco o nada, han salido a denostar del escaso apoyo estatal para nuestros representantes, sin saber a fondo lo que es real y no. Reconozco que no soy un experto, pero si puedo opinar de lo poco que conozco.

Ahora por lo menos tienen un apoyo económico, para eso hay un “Programa de Apoyo al Deportista” del Instituto Peruano del Deporte (IPD), que se brinda a los jóvenes que destacan internacionalmente en alguna disciplina deportiva desde las categorías oficiales de competición, me parece que desde los 15 años y dependiendo el monto del nivel competitivo, que puede ser Bolivariano, Sudamericano, Panamericano o Mundial. Mantienen este apoyo o lo mejoran en la medida que el deportista vaya superándose con resultados hasta llegar a las categorías de mayores y participar en el Ciclo Olímpico que se inicia con los Juegos Deportivos Bolivarianos, Sudamericanos, Panamericanos y Olímpicos.

Como el dinero nunca es suficiente, no se puede ayudar a posibles “promesas” que se suponen deben de ser futuros campeones, el apoyo va a lo seguro, que el joven “promesa” sea ya una realidad en su categoría de edad con resultados y performances deportivas. Quizás en esto se encuentre la debilidad del Programa, que primero el deportista debe de conseguir resultados por cuenta de él mismo, de su familia, de los amigos; si los consigue bien, si no, y tiene voluntad continuara con la practica de su disciplina, o se retirará en muy temprana edad.

Aquí entra a tallar algunas Universidades Públicas que apoyan en el ingreso a deportistas destacados y la Privadas con media o Becas completas, lo que estimula en la continuación del deportista, y es que para que haya resultados Internacionales, en los eventos Nacionales deben de haber mayor cantidad de practicantes con nivel, para que los atletas que están primeros en el Ranking no se “duerman en su laureles”, obligándose a superarse día a día, para no dar el chance de ser rebasado y después desplazado de la Selección Nacional, por ende del “Programa de Apoyo al Deportista”.

Este “Apoyo del Deportista” viene desde fines de la década de los 90, estando dentro del presupuesto de cada Federación Nacional, pero después, por cuestiones administrativas el Instituto Peruano del Deporte (IPD)creo este Programa con la finalidad de brindar un apoyo a través de subvenciones económicas y beneficios adicionales a los Deportistas de alto rendimiento de las diferentes disciplinas deportivas del país, siempre que cumplan con los criterios establecidos en la normativa interna de la institución y lo maneja directamente con funcionarios encargados, basándose en los informes que cada deporte envía.

Que quizás sea poco, bueno, en mis tiempos no había nada de nada, ni siquiera para comprarte un “curita” o vendas que se usan para heridas pequeñas, si te enfermabas o lesionabas, estabas por tu cuenta y de tu familia, por qué las Federaciones Deportivas NO TIENEN DINERO PROPIO, si no se los da el IPD, a excepción del Fútbol, que no lo necesita.

¿Qué debiera de ser más? Si, es cierto, si queremos estar al mismo nivel que los países vecinos como Ecuador, Colombia, Venezuela, Brasil, Chile, felizmente existe Bolivia, si no seríamos los últimos. Esto es lo que tenemos, y si aspiramos a superarnos cada vez más, hay que invertir más.

Otro si, los funcionarios del Instituto Peruano del Deporte (IPD) no pueden ser elegidos como cargos políticos y politizarlos con inútiles que alguna vez jugaron una “pichanguita” de fulbito, o jugaron Voleibol en la puerta de su casa, no pues, deben de ser conocedores del ambiente deportivo, tanto en la formación básica como el de “Alta Competición”, no hay peor funcionario que se cree unos sabiondos, esos no ayudan, más bien estorban creyéndose la última chupada del mango.

Lima, 17 de agosto del 2024