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ARBITRANDO MI PRIMER PARTIDO DE BASQUETBOL

Corría el año de 1974 en la UNMSM

Publicado: 2024-08-15


Estaba en el segundo en la carrera en el año de 1974, estudiando para profesor de Educación Física en el Programa Académico de Educación Física de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, cuando la dictadura de Juan Velasco Alvarado decidió hacer los Primeros Juegos de empleados públicos de los Ministerios del gobierno.

El basquetbol era una de las disciplinas y para ello buscaron el apoyo de los estudiantes de Educación Física, pagando S/.200. 00 soles oro por partido, que para la época era un platal, te hacías dos partidos en un día y te ganabas los pasajes de la semana y también para las cervezas estudiantiles.

De ese deporte sabía muy poco, estaba llevando el curso en la Universidad con la ex seleccionada nacional Lucrecia Velarde, por esas épocas gerente técnica de la Federación de Basquetbol. La profesora por su carácter fuerte me intimidaba con sus enseñanzas y creo que, para aturdirme más, hacia unos movimientos en conjunto que ni idea tenía, ya que en mi mente nunca he realizado deporte colectivo. “El luchador quiere agarrar a golpes la pelota” decía, creo que el haber sido deportista olímpico tenía la impresión, o eran ideas mías que se las había tomado conmigo, que me presionaba más que a mis compañeros.

El asunto es que me convocaron para arbitrar basquetbol, me programaron en el colegio Particular de San Isidro “María Reyna”, mi compañero era Carlos Manuel Custodio Vega, ahora un renombrado profesor de arbitraje de fútbol, pero en ese tiempo haciendo sus pininos, era mucho mas ducho que el suscrito en estos quehaceres.

El primer partido que tenía que arbitra eran entre los Ministerio de Comercio versus el Ministerio de Salud, en donde estaban los hermanos Mandros de la GUE “Felipe Santiago Salaverry”, uno de ellos había sido mi compañero en el colegio. Para hacerla corta, las veces que toque el silbato, con la inseguridad que reflejaba el sonido al salir del silbato, me debilitaba antes los jugadores.

Al terminar el partido ganando el Ministerio de Salud, algunos jugadores del Ministerio de Comercio aducían que yo había favorecido al rival. Uno de ellos quiso agredirme, pero intervinieron los hermanos Mandros, que tenían como dos metros de altura, sino en la misma cancha me agarran a golpes, comenzando la trifulca, aproveché para escaparme, me corretearon por todo el colegio, me tuve que meter a la dirección en donde estaba la monja. No salí hasta que esa gente abandono el colegio.

Es allí que mi compañero de la Universidad Carlos Manuel Custodio Vega me dio la primera clase para un árbitro. “Cuando toques el silbato, debe de ser seco y cortante, con gesto de seguridad y que la verdad está detrás de tu decisión”. Ya después me volví ducho en estos menesteres, que hasta yo me creía buen árbitro.

He llegado a ser Juez arbitro Internacional de Lucha con grado de “Excepcional” cuando sólo estaban los cubanos por Latinoamérica, aunque perfecto nunca fui, por lo menos daba la impresión de que así era, por qué el árbitro como cualquier ser humano puede equivocarse, pero no se puede dar el lujo de titubear en sus decisiones, los deportistas al igual que los perros, intuyen el miedo y la incertidumbre del árbitro, lo que podría ser hasta fatal. Ahora ni siquiera puedo arbitrar cuando mis nietas de 07 y 09 años se pelean, aunque ya no utilizo el silbato sino la potente voz, y el gesto de molesto que todavía me queda.

Lima, 15 de agosto del 2024.

FOTO: Un día salí a comprar el periódico, encontrándome después de 50 años de mi primer partido de basquetbol con Carlos Custodio, quien para recordar viejos tiempos me invitó un Chifa.


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