Cuando el humo de la “Flama Olímpica” comienza a disiparse, de la euforia de la medalla de bronce obtenida por Stefano Peschiera en Vela pasamos a la calma reflexiva, al análisis objetivo, a la evaluación de los 26 representantes en los Juegos Olímpicos de “Paris 2024”, entre sumas y restas, se impone lo positivo en general, todos estuvieron a las alturas de las circunstancias, dieron todo de si y sin animo de ser un “ayayero”, o un lambiscón, ha sido la mejor delegación Olímpica de todos los tiempos en resultados como grupo, inclusive a la de “Berlín 1936”.

Aparte de la medalla de bronce hemos tenido tres cuartos puestos (el “casi”), y seis diplomas olímpicos, cuarto con María Belén Pescheira en Vela; Alonso Correa en surf; Kimberly García y César Pacheco relevo mixto de la Marcha Atlética, Nicolás Pacheco sexto en Tiro y Evelyn Inga, octavo en Marcha Atlética.

Estaría alegre y con ánimos de esperanza en la mejora de nuestro deporte en general, si estos resultados fueran producto de un trabajo sistemático por parte del Estado peruano y de las Federaciones Nacionales, pero analizando a cada deportista individualmente, vemos que hay mucho del trabajo personal, familiar y hasta de amigos de nuestros participantes. Si bien es cierto el Instituto Peruano del Deporte con su Programa de “Apoyo al Deportista” contribuye en algo, en comparación de los demás países, sin irnos muy lejos, de Colombia, Ecuador, Chile y ni hablar de Brasil, todavía es muy poco.

Escuchaba decir a una entrenadora mexicana de saltos ornamentales que estuvo en China cuatro años. Ella contaba que allí el deporte es responsabilidad del Estado, que hace la captación desde niños, que, si en México había 10 saltadoras, en China habían 10 mil y de esos sale sólo una a representarlos, esto se replica en todas las disciplinas deportivas.

La China YANG Jiayu, la que obtuvo la medalla de oro en la Marcha Atlética femenina en “Paris 2024”, en donde la favorita nuestra, en el papel debió de ocupar el primer puesto, porque era la única por sus récords que podía ser la primera, pero obtuvo un décimo sexto lugar, según ella, por estar indispuesta del estómago. ¿Creen Uds. por ventura que eso le iba a pasar a la deportista China? En donde se estaban jugando el primer lugar en la General de los Juegos con los Estados Unidos de Norteamérica, y cada medalla de oro era muy importante, porqué ellos llevan desde hace años una guerra comercial, una rivalidad geopolítica y que se trasladó a lo deportivo en “Paris 2024”. Aparte de las quejas de los deportistas hecha pública de la pésima comida que había en la Villa, apuesto sin equivocarme que los chinos llevaron a su propio “Chef” y cocinaron sus propios alimentos, o por lo menos fiscalizaron lo que sus deportistas consumían.

Un día conversando con el mejor boxeador peruano de todos los tiempos, Mauro Mina, él me contaba que, como entrenador, la toalla y el agua de su pugilista al entrar al ring, la llevaba dentro de la casaca amplia que se ponía, no la tenía expuesta. - ¿Por qué haces eso? – le pregunté.: “Por qué si está expuesta, cualquiera que pasa me puede poner en el agua o en la toalla alguna droga y me noquea al boxeador antes de pisar la lona”.

No digo que eso haya pasado con Kimberly García, pero todos sabemos que en la guerra como en el amor, todo es válido.

Lima, 13 de agosto del 2024.