Haciendo una síntesis comprensible para los legos, puedo decir que la clausura a los Juegos Olímpicos de “Paris 2024” estuvo cargada de muchos simbolismos, al igual que la inauguración, pero en esta ocasión y por las protestas de índole mundial, al parecer el Comité Olímpico Internacional supervisó la ceremonia, por qué no apareció nada que no estuviera dentro del contexto deportivo, nada de la ideología de género, nada de LGTB, nada que no estuviera dentro del espíritu olímpico, o por lo menos no lo detecté.

En otras versiones de clausuras de las olimpiadas (ciclo de cuatro años), lo último en apagarse era el pebetero, en donde se encuentra la “Llama Olímpica”, que es lo cierra el protocolo de la ceremonia; pero en esta ocasión fue lo primero, apagar el pebetero, pero no el fuego olímpico.

Este fue recibido por un joven nadador francés de 22 años, con cuatro medallas de oro, cuatro récords olímpicos León Marchand, en una lampara portátil, para trasladarlo hacia el Stade de France. Este joven deportista estaba vestido con un impecable traje azul marino, parecía más un ejecutivo de un banco, bastante formal, que, a diferencia de la inauguración, la antorcha olímpica en un momento fue transportada por un pregonador de la marihuana y uno que otro con los pantalones a media nalga, a la usanza de los reos norteamericanos.

El desarrollo de la clausura, si la comparamos con la de los Juegos Deportivos Panamericanos de “Lima 2019”, estuvo bastante sosa, lenta, quizás, tal vez, tenían otras cosas que presentar, pero como no los dejaron que se de gato por liebre, sólo sacaron lo formal. En eso nosotros los peruanos debemos de sentirnos orgullosos de nuestra organización, presentamos los bailes típicos de América, realizado por excelentes artistas, algunos de ellos callejeros, la nuestra fue espectacular, estoy seguro que muchos televidentes en el Mundo al ver esta clausura de “Paris 2024” cambiaron de canal.

Para apagar el “Fuego Olímpico” que era llevado por el nadador francés, se formó un circulo alrededor de la lampara, con el judoca francés Teddy Rinner por Europa, Mijaín López por América, el maratonista Keniata Eliud Kipchoge por África, la nadadora australiana Emma Mckeon por Oceanía, la tenista China Sun Yingsha por Asia y W.D. Ngamba por el equipo de refugiados, todos a la vez soplaron hasta que el fuego se extinguía. Esto fue una representación bastante acertada, que significa la unión de la humanidad alrededor de los Juegos Olímpicos con la esperanza que siempre prevalezca la Paz Mundial.

Ce qui est fait, est fait (Lo hecho, hecho está). La canción final, que cerró la ceremonia fue hecha por una cantante norteamericana Yseut, interpretando “A mi manera”, que viene de una canción francesa Comme d´habitude”, como indicando, que, si lo hice bien, o lo hice mal, ya está hecho y que la entrega de la responsabilidad esta realizada, el próximo encuentro es en los Juegos Olímpicos de “Los Ángeles 2028”.

Lima, 11 de agosto del 2024.