Es evidente que la extrema seguridad mata el sentimiento de libertad que debiera de haber en los Juegos Olímpicos, no sólo para los deportistas, sino también para los turistas, que quizás se hicieron a la idea de pasar algunas de las noches en algún café de la antigua bohemia, donde algún destacado escritor, pintor, músico, poeta pasaba sus noches de inspiración, eso no es posible, sólo atienden a pocos clientes y estos previamente deben de tener un código QR, que son bien difíciles de obtener, por el papeleo y la previa investigación del posible usuario. Para el sector turismo la cosa se les ha puesto bastante negras, en lugar de ver ganancias, en esta ocasión al parecer van a tener perdidas.

La candidez de los Juegos Olímpicos se rompió en “Múnich 1972”, en donde la seguridad estaba uniformada deportivamente y confundida sin armas con los atletas, en donde el ingreso a la Villa Deportiva era casi libre, nosotros los luchadores peruanos metíamos a un amigo judío peruano que lo conocíamos desde años en el Club “Hebraica”, lo vestíamos con el buzo, ya él adentro, podía lavar su ropa, comer, estoquearse de alimentos a futuro y algunas veces dormir en alguno de los departamentos, a pesar de que nos tenían terminantemente prohibido hacerlo, nosotros como buenos adolescente hacíamos caso omiso.

Todo eso terminó abruptamente el 05 de setiembre de 1972, con el atentado terrorista palestino contra la delegación israelí, con lo cual nosotros habíamos estado con el equipo de Lucha el día 04 de setiembre, compartiendo la sauna de la Villa para bajar de peso. Allí murieron primero el entrenador, quien llegó de la calle en la madrugada, dándose cuenta de los que estaba ocurriendo y el luchador de 68 kilos, en el helicóptero, sólo se salvó el de 48 kilos al salir despavorido y en calzoncillos del dormitorio.

Cuando estuve como entrenador de Lucha en los Juegos Olímpicos de “Atlanta 1996”, la seguridad era impresionante, allí nuestras huellas de la mano derecha estaban en la fotocheck, cuando la ponías en el escáner la mano derecha, salía tu nombre en la pantalla y la foto de la cara. Era imposible ingresar a la Villa; sin embargo, en el “Parque Olímpico Centenario” en donde podía ingresar el público a ver los shows que se hacía, un terrorista casero fundamentalista (Eric Robert Rudolh) puso una mochila en donde murió una espectadora, indirectamente a un periodista turco le dio un infarto y 111 personas terminaron heridos. En esa noche estuvimos allí, con el entrenador Francisco Ramos y el deportista Enrique Cubas, nada más que nos retiramos a la 1am., siendo el atentado a la 01:20 horas. Gracias al guardia de seguridad Richard Jewell, que descubrió la mochila, no hubo más fallecidos, pero el FBI le echó la culpa, lo investigaron, lo asediaron, lo difamaron, pero como no tenían las pruebas contra él, fue exonerado, pero quedó con ese estigma, hasta el año de 1997 en donde hubo tres atentados más, allí recién descubrieron quien era el culpable, este recién fue capturado en el año 2003. Clint Eastwood hizo una película sobre este caso.

El gran reto de “Paris 2024” es que la ceremonia de inauguración se realizará en seis kilómetros del río Sena, en donde en barcazas transportaran a los 8,000 deportistas, hasta cerca de la Torre Eiffel, un lugar llamado “Trocadero” en donde culminará el protocolo Olímpico inaugural.

En Paris, el 13 de noviembre del 2015 tuvo varios atentados de terroristas suicidas en donde murieron 130 personas, quedando heridas 415, es por eso que la mayoría de los vecinos de la capital han optado por retirarse en los días de los Juegos, además que la delegación argentina de fútbol ha denunciado que les han robado en los camerinos durante las practicas, pero dudo que hayan sido de afuera, si hubo robo, son empleados de la cancha deportiva.

Espero de todo corazón que estos Juegos no estén empañados con alguna tragedia, sea cual fuere, que siempre signifique la paz de la humanidad que era respetada en los antiguos Juegos Olímpicos por los pueblos, quienes suspendían las guerras durante el evento deportivo, que “Paris 2024” comience y culmine con la alegría, el esfuerzo, la superación de ser cada mejor, saltar más alto, ser más fuerte y sobre todo mejor ser humano. Que la Paz sea con todos nosotros, que así sea. Amén.

Lima, 25 de julio del 2024.